Enamorarse de una persona es un proceso
maravilloso y complejo, esa maravillosa química que se produce entre dos seres
humanos es definitivamente devastadora, nos llena de ilusiones y muchas veces
se nos olvida que hay otras personitas involucradas que son de peso, sino
definitorias, de una relación funcional y saludable: los hijos de relaciones
previas.
Hay elementos básicos que deben tenerse en cuenta
independientemente de la edad de los hijos: No lleve a presentar a sus hijos
una persona que tenga menos de tres meses de conocer. La relación debe estar
sólidamente establecida antes de vincular a los hijos. La expectativa y muchas
veces, la ilusión generada en ellos termina por lastimarlos y cerrar
oportunidades a mediano y largo plazo para una persona que sí será parte de
nuestra vida.
Cuando sea el momento para establecer contacto
con los hijos debe considerar los elementos siguientes:
1. El primer encuentro jamás debe de ser de larga
duración, debe ser una salida breve y que permita no sentirse forzados a
convivir por largo tiempo.
2. En el primer encuentro no deben ir los
niños de ambos, primero debe presentar a la pareja, así no forzamos a que
manejen dos situaciones que generan ansiedad a la vez.
3. Cuando interactúan los hijos de ambos por
primera vez debe buscar un lugar cómodo y adecuado para los niños y adolescentes,
el momento debe ser breve. Viajes de uno
o dos días a la playa o lugar de recreación no son recomendables. Convivir
requiere conocimiento y confianza en el otro, para no sentirnos invadidos en
nuestra intimidad.
4. Las muestras afectivas de la pareja no
deben ser “efusivas o intensas”, el respeto a los hijos es importante en este
punto. No debe hacerse énfasis en actitudes románticas y posesivas, sino de
afecto y respeto para no generar incomodidad sobre todo en los hijos
adolescentes y/o adultos.
5. Las muestras afectivas de la pareja no deben ser “efusivas o intensas”, el respeto a los hijos es importante en este punto. No debe hacerse énfasis en actitudes románticas y posesivas, sino de afecto y respeto para no generar incomodidad sobre todo en los hijos adolescentes y/o adultos.
6. NO finja afecto hacia los hijos de su
pareja, un trato cordial y respetuoso es suficiente. Palabras afectivas
surgirán en la convivencia, en los primeros momentos no son adecuadas, se lee
como hipocresía y quererse “ganar a la gente”. Sea honesto, en un primer
momento quiere conocer y caer bien, nada más.
7. No personalice nada de lo que ellos hagan. Sea usted o
cualquier otra persona los niños, adolescentes e incluso adultos reaccionarían
igual ante la nueva pareja de “mamá o papá”, es usted el adulto y debe
comportarse como tal. NO quiere decir eso que soporte y disculpe malcriadeces
pero no se predisponga, no “agarre llave".
8. Recuerde que su imagen “vende”. Tener
claro quiénes somos es importante para ser aceptados y desde ahí construir el
plan de acción adecuado. Nuestro estilo de vida es un punto importante para los
hijos adolescentes y adultos de nuestra pareja, les sirve como indicador de
nuestra estabilidad económica e incluso emocional.
Uno de los errores más comunes que solemos
cometer para que nuestra nueva pareja quede bien frente a nuestros hijos es “sacar
a relucir” los defectos de su padre/madre, esto jamás trae buenas
consecuencias. Independientemente de que nosotros tengamos un mal concepto de
nuestra ex-pareja no debemos olvidar que es el padre o la madre de ellos y que
lo o la aman. Si hoy hablamos mal de ellos después de haberlos amado les
generamos dudas de nuestro afecto sincero: si ahora habla mal de mi papá/mamá
el día que se enfade conmigo o lo decepcione hablara también mal de mí o me
dejara de querer.
Salvaguardar la salud mental de nuestros hijos no
es solo cuidar de ellos a futuro, sino también, cuidar su relación con nosotros
y con las personas que aman.
Los abuelos y demás familia deben igualmente
respetar al ex ya que la estructuración
de un nuevo sistema familiar no excluye que pertenezcan también a otro. Aman a
ambos padres y deben encontrar en nosotros comprensión, respeto y apoyo a ese
respecto. Una esclarecedora historia me la
comento una abuela: “un día hablando de mis ex -yerno dije algo negativo
y de mala manera, su hijo, mi nieto de 6 años me miro y me dijo: Abuelita, no
se te olvide que yo quiero a mi papá y me duele que hables así de él. NO lo
hagas por favor”… lección muy clara.
Nadie debe hablar mal a los niños de sus padres,
ni los padres de los demás familiares por supuesto… amor, implica respeto.