La sexualidad es en muchos aspectos el último tabú, aunque se
vulgarice y se vuelva tema constante de conversaciones, bromas de doble
sentido, etc. Hablar de lo que realmente ocurre de la puerta de nuestra
intimidad hacia dentro es realmente muy difícil, un tabú.
En pareja tener claro la sexualidad de ambos y tomarse el
tiempo para construir (si, construir la sexualidad) es un acto de amor, se basa
en confianza, respeto, capacidad de comunicación, aceptación… es quitarse la
máscara “del deber ser”: “la mujer decente”, “el hombre correcto”, etc. Para
ser tu amor y tú amante. No se le olvide que es su pareja en todos los aspectos
de la vida, por tanto es su amante en el sexo.
La falta de comunicación, los mitos y leyendas sobre la
sexualidad, la información distorsionada, la moral mal entendida, el machismo,
los miedos, etc. Se vuelven responsables directos que la sexualidad en la
pareja no funcione por la falta de comunicación y aceptación del otro.
Entre los diversos mitos a “destrozar” para tener una vida
sexual plena: Uno particularmente destructor, el sexo espontáneo. El tamaño es
lo básico. Una mujer jamás debe tratar de enseñar algo a tu pareja. El sexo es
sucio. Entre muchos otros.
Cuando se habla de sexo hay que diferenciarlo de genitalidad,
esta última es algo puramente biológico referido a los genitales femeninos y
masculinos. La sexualidad de una persona es mucho más amplia, abarca aspectos
de biológicos, funcionales y psicoafectivos. Suelen confundirse porque
igualamos relaciones sexuales a coito, cuando es mucho más amplio y complejo.
El punto central aquí es dejar claro que hablar de sexo en
pareja es indispensable para que esa área funcione y ambos se sientan plenos y
satisfechos. Por ello la creencia del sexo espontaneo es tan desvastadora; como
alguien en medio de todo lo que implica la vida moderna puede estar dispuesto espontáneamente.
Románticamente se escucha bien pero en la cotidianidad entre trabajo, universidad,
hijos, problemas económicos que dos se sintonicen espontáneamente es casi de película
de ciencia ficción, el sexo en pareja se discute y se acuerda, se crean las
circunstancias, se trabaja para mantener viva la magia. Una pareja funcional
sexualmente, acuerda días e incluso horas y aunque parezca una locura eso
provoca más sexo espontaneo.
La razón de lo anterior es simple: si logro acordar contigo en
cuanto a frecuencia puedo comenzar a confiar en comentarte lo que me gusta o me
gustaría, pero también en aquello que me siento inseguro y confío en que
recibiré tú apoyo. Es tan importante saber que puedes confiar en el otro que
eso ayuda a mantenernos a flote frente a las dificultades que se puedan
presentar en la sexualidad con embarazos, menopausia, problemas erectivos, etc.
Quitarnos las máscaras del deber ser y permitirnos ser se
construye con hechos en la sexualidad, no se preocupe si se siente raro o incomodo
al principio la construcción de esa parte de la relación es un proceso de
tiempo, que requiere sentirme querido, valorado y apreciado por la pareja y
sobretodo no juzgado por aquellas cosas que nos llaman la atención o nos
agradan. Para gustos los colores… la sexualidad es parte de la ensalada que se
forma de una construcción de pareja.
Por ello aprenda a jugar, la sexualidad es una parte de
nuestra personalidad en el juego previo se demuestran nuestros rasgos de carácter,
pero es el área en que más nos cuesta ceder y aprender. NO tema a que su pareja
lo guíe sobre lo que le agrada o quiere, y haga lo mismo: guíe a su pareja en
la exploración de su cuerpo. La penetración por si misma difícilmente lleva al
orgasmo a una mujer.
Sobre este punto quisiera hacer énfasis en un punto que para
los sexoterapeutas se vuelve una consigna a enseñar en las personas que acuden
a buscar ayuda: Aprenda a disfrutar del proceso, no se centre únicamente en la
parte del coito. Recuerde la sexualidad es para disfrutarla no para demostrar
nada.
Partir de la consigna de disfrutar implica un disfrutar de sí
mismo y disfrutar de su pareja, supere el que no sea perfecto o perfecta
simplemente disfrútese, esa seguridad es algo sumamente sexy en la relación ya
que te permite ser libre para dar y recibir sin falsos pudores y logrando la
intimidad emocional que se asocia a una relación de pareja en el sexo. Esta intimidad
no solamente tiene que ver con la parte corporal sino actitudinal: nada más
desagradable y clarificador que no le interesas al otro que luego del sexo
evite tu contacto, un abrazo o el roce de las manos es señal de aquí estoy, incluso
lo que para muchas es incómodo que el hombre inmediatamente se duerma es señal
de confianza en ti. La falta de información y las falsas creencias hacen que en
lugar de disfrutar nos sintamos inseguros y ansiosos.
Hay mucho más que hablar de sexualidad, es imposible cubrir el
tema de una sola vez así que poco a poco iremos abordando los diversas temáticas.
Un comentario final: siéntase
sexy y disfrute… su pareja se lo agradecerá.