Si, así
exactamente, Yo, te elijo.
Enamorarnos es una cosa pero amar es otra, muchas personas se
enamoran, pero ¿son capaces de construir el amor con el otro y hacia el otro?
Enamorarse es tan fácil, es un proceso maravillosamente
constituido de una respuesta puramente biológica en que el otro nos impacta de
manera tal que el proceso químico nos hace verlo único, especial y maravilloso.
Defectos se ven como cosas menores e incluso graciosas, pero que al final se
vuelven insoportables o cuando menos motivo de conflicto.
La primera regla de una elección de pareja debe ser: Te prefiero.
Cuando elegimos pareja no estamos llenando huecos o esperando
una persona que venga a salvarnos, hacernos felices o en su defecto que sea mi
complemento. Abandone la idea de la media naranja: en pareja hay que ser una
ensalada, es el trabajo de equipo el que hace funcional la relación, dos
iguales no funciona, es la fusión única entre dos lo que hace una relación de
compañerismo, intimidad emocional y sexual, un socio para las buenas y las malas,
y un construido etcétera.
Pero ¿Qué prefiero?
Uno, el punto de elección no
es la complementariedad, porque pareciera que buscamos un opuesto y no debe
ser así, no es que el otro llene mis vacíos o haga lo que no soy capaz de
hacer, al contrario es alguien que me estimule a ser… a potenciar lo que soy no
que quiera cambiarme. Partamos de que con nuestro socio debe existir confianza
y fe en las capacidades del otro, tener claro que en muchas ocasiones nos
abrirá los ojos pese a lo doloroso que eso pueda ser, pero que nos alentara y
apoyara en nuestros procesos.
Dos, jamás se elige pareja por soledad, Cuando estamos en ese punto de la vida donde sentimos desesperación
o sensación de “necesito” es el peor momento para escoger porque cualquiera que
nos haga sentir bien un momento y haga ruido, llene espacios nos ‘enamora”.
Estamos dispuestos a tomar a quien sea como compañía porque no soportamos
enfrentar el silencio, pero realmente no podemos llegar a amar porque es
nuestra salvación y eso nos lleva a aceptar situaciones negativas, incluso
maltrato, indiferencia, violencia, etc.
Uno elige pareja cuando tiene claro que quiere compartir la
vida, cuando se da cuenta que esa persona suma a tu vida en todo aspecto. Que
estas bien solo pero con esa persona estas mejor. Compartir la vida no implica
yo me hago responsable de ti, sino me hago responsable de nuestra relación.
Tres, se elige pareja con base a conveniencia, sí, por conveniencia. Eso de contigo pan y
cebolla es una mentira que al final destroza a las personas involucradas. Todos
tenemos un estilo de vida y estamos acostumbrado a él, mejorar no es problema,
pero bajar el nivel de vida si se vuelve complicado. La creencia que el amor romántico
alimenta no es cierta, esa leyenda ha llevado a muchos a convertir el amor en odio y aunque en un
principio se sobrelleva con el tiempo desgasta y aniquila la admiración y el
respeto. Por tanto, más allá de lo económico incluya me conviene. Hágase la
pregunta: ¿Invertiría todos mis ahorros en una empresa que administraría la
persona de la que me siento enamorado/a? Si su respuesta es no, entonces porque
le daría su vida para que la comparta a administrarla; si su respuesta es sí,
perfecto, es la persona correcta.
Cuatro, elija a la persona con quien pueda estar cómodo y conversar. Uno de los aspectos más difíciles
de construir una vez se ha deteriorado en una relación es la comodidad de
compartir espacios y tiempos, por tanto, cuidar ese punto es vital para toda
pareja que quiera mantenerse en el tiempo. Querer estar juntos parte, de ese
olvidado aspecto, la intimidad emocional sobre ella se construye el amor decisión
y los aspectos de la confianza, el apoyo, la comprensión y la sexualidad.
La comunicación en todas sus manifestaciones:
desde el más profundo silencio, el abrazo que nos hace sentir amado, protegido,
apoyado, etc., el beso en la frente o el más intenso y apasionado; la risa, las
palabras… todo y cada una de nuestras acciones es una forma de comunicarnos que
alimenta la comodidad pero que al mismo tiempo la comodidad alimenta. Una continua
espiral en crecimiento que fortalece la relación.
Quinto, haga un recuento de sus errores y aprendizajes de
relaciones pasadas y con base a ello destroce, si eso dije, destroce sus expectativas: la personas
idealizada no existe, pero si existe una persona con muchas cualidades que usted
no ve por estar centrado buscando fantasías. Es bueno tener ilusiones, ser
cursi y para amar hay que ser valiente pero con los pies en la tierra: la
persona perfecta no existe y nosotros tampoco lo somos. No significa que voy a
aceptar menos de los que merezco, pero amar al otro como es y aceptar lo que puede
ofrecernos es el principio de una relación saludable y digna, claro que podemos
mejorar pero sin dejar de ser quien somos.
Hay una regla de oro: por estar buscando lo que
no tenemos descuidamos aquello que si tenemos. Dejamos de disfrutar tanto por
estar llorando aquello que no es parte de nuestra vida.
Sexto, y no porque solamente sean esos, tenga claro para quien ama a su pareja. Uno ama al otro para uno y
por tanto lo tratara como uno se trate a sí mismo. Si buscamos pareja para no
estar solos, para que no digan que somos solterones, porque ya es la edad
adecuada, porque es la persona que les parece a mi familia, etc.; Nuestra relación está condenada al fracaso ya
que falta en ella uno de los pilares de la relación de pareja el amor químico,
podemos sentirnos bien e incluso sernos convenientes pero esa maravillosa sensación
de rozar una piel o unos labios es imposible de crear artificialmente, hay química
o no hay química…
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