martes, 12 de julio de 2016

EN PAREJA...

Hace algunas semanas hablamos de algunos de los factores que suelen hacer que las parejas funcionen a largo plazo.  Usualmente expreso que el amor que funciona “vuela bajo, a ras de piso”, no es porque el romance y la ilusión no sean parte de una relación, claro que sí. Pero por si mismos no pueden mantener la relación, es importante tener claro que la ilusión y el romance se construyen "conscientemente" (con ciencia y consciencia) en pareja, es necesario decidir y mantenerlo como una de las partes que nos gusta de “la intimidad emocional” que todos deseamos tener.





El problema se presenta cuando dejamos a la espontaneidad ser quien estructure el romance y las ilusiones de nuestra relación. El trabajo, las preocupaciones y un sin fin de actividades y pensamientos del día a día terminaran haciendo de nosotros la persona menos romántica y carente de ilusiones en pareja. Cuando decidimos hacer tiempo para nosotros mismos y para nuestra pareja la perspectiva es otra: podemos estar estresados y llenos de problemas pero sabemos que un día especifico o una hora específica “es nuestra” es para compartir con alguien que nos ama, que en ese momento podemos alejarnos del mundo y distraernos, encontrar paz y afecto, independientemente de nuestros fracasos o nuestros triunfos.  Ahí en “nuestro espacio” podemos dar rienda suelta a la espontaneidad y la “locura” propia del romance y el erotismo. Pero si no deciden respetar ni siquiera esos espacios menos aún podemos decir de hablar de romances espontáneos y detalles solamente porque sí.

En treinta años de atender parejas, todas sin excepción, terminaron agradeciendo la construcción de estos momentos y afirman a la fecha que mejoro su intimidad emocional, intelectual y sin duda la física. La parte de la espontaneidad  y la construcción de otros momentos fuera de las indicadas en los procesos terapéuticos se fue haciendo parte de la construcción funcional de las relaciones… pero la mayoría de nosotros prefiere creer que el romance en una parte natural del amor, y ¡si, lo es! Cuando le damos los espacios para desarrollarse sin duda surgen aquellos elementos que nuestras ideas de romance y entrega mutua nos permiten. (Aun así, mantenga los pies en la tierra, parta de la objetiva visión de quien es su pareja. NO dejara de ser quien es, solo pondrá el romance que desde su carácter pueda dar y lo que aprenda poco a poco. Así que, paciencia)

Aceptando el riesgo de dejar fuera varios elementos que puedan resultar importantes para muchas personas y no pretendiendo reducir toda la experiencia afectiva a ellos, una buena relación afectiva requiere al menos seis componentes:

  1. Deseo-Atracción. No es posible crearla artificialmente, “nos gusta y punto”, “hay química, electricidad, ese algo que no sé qué es, etc.” No se reduce al concepto de sexo sino que es “antojo total”, es mucho más allá que el antojo de lo físico, es el magnetismo por su esencia y la persona en su totalidad: “lo que él/ella es”.

Y aquí para gustos: colores, formas, tamaños, etc. Cada uno de nosotros debe ver a su pareja “como el plato más suculento del menú”. Puede que a los demás les parezca extraña o inadecuada nuestra elección, pero al final “la química responde a muchos elementos físicos y también psicológicos”, es innegable el peso de nuestra infancia y nuestro pasado en la elección.

La atracción es un “imán”, cuantas veces escuchamos frases como: me enamore de la voz, las actitudes, etc. Pero en general, aunque una característica nos llamó la atención “el deseo es de la totalidad de la persona”. No podemos desligar en un momento el físico de lo emocional y sin duda de lo intelectual.

Por eso las románticas frases de “me gusta todo de ti” y “donde estabas todo este tiempo” no son solo frases… es nuestro cerebro colmado de atracción y deseo “completo y total” del otro.

  1. Admiración: No está necesariamente relacionado con lo anterior, pero cuando ocurren juntos es una explosión.

La admiración es el amor interpersonal requiere del encanto y la fascinación por la valía personal del ser amado. Implica un reconocimiento impregnado de sombro y envidia de la buena. Sin llegar a extremos de culto a la personalidad, la admiración por la pareja conlleva un sentimiento de orgullo por estar a su lado. El reconocimiento de rasgos positivos no es suficiente debe cierta dosis de éxtasis: el rasgo o condición reconocida como especial debe generar algún deslumbramiento sin llegar a fanatismo

Mantener una actitud de admiración por la pareja, requiere un sobreponerse e incluso luchar contra la rutina y la cotidianidad. No creer que conozco a mi pareja sino estar en la disposición de ver al otro desarrollarse en los diversos aspectos de su vida y de nuestra vida.  A veces, tenemos un maravilloso ser humano a nuestro lado y se nos olvida conocerlo y reconocerlo… verte cada día, implica descubrirte. Sonara cursi (raro en mi) pero somos el mismo río pero no somos la misma agua. Es delicioso y refrescante encontrar cada día al amor de nuestra vida.

  1. Humor-Sintonía: Sintonía se refiere a esa especie de química mental, es ese coincidir de gustos y preferencia en cantidades suficientes como para sentirse de mismo grupo. Es estar al unísono pero no necesariamente con igual intensidad, es sentir que no se está con el enemigo o con algún extraterrestre.

El humor compartido es uno de los principales indicadores de que están sintonizados: la risa es el camino más corto entre dos persona El sentido del humor solamente requiere dejar salir la fantasía. El humor es esencial en la química mental y la manera más alegre y creativa de entrar en sintonía.

Las parejas funcionales tienen comunicación verbal definitivamente muy bien establecida, pero tiene una capacidad de “percibir” al otro. Disfrutar de su compañía, sea compartiendo simplemente el espacio y estar cómodos hasta el compartir intimidad emocional y física sin sentirse invadidos.

  1. Sensibilidad-Entrega: Es la capacidad de ser un buen receptor afectivo, sin llegar a ser dependiente, y un buen dador, sin caer en el servilismo. Preocuparse por la persona que se ama no implica abandonar las propias necesidades.

Reitero que el peor enemigo del amor no es la indiferencia, aunque lo mata lentamente, el enemigo número uno  es la dependencia, el servilismo y con ellos aunque encubiertos el sobre control.

Puedo sentir tu dolor o tu angustia pero no puedo derrumbarme contigo porque necesitas mi apoyo, pero ambos pueden y deben tener ese derecho. Quitemos el estereotipo del hombre fuerte e insensible que siempre debe estar firme para apoyarnos a las mujeres. Ellos sienten y sienten profundamente… ellos también necesitan un abrazo y un te amo aquí estoy.

El amor es una construcción de un nosotros donde no se pierden el mundo de nadie, es aquel espacio donde puedo ser auténtico y aceptado… el amor es una decisión consciente de conocerme y conocerte. (Otra vez sonó cursi)

  1. Respeto: Dejar ser, intentar la mayor aceptación posible de la otra persona, no dañar ni lastimar , propender a la libertad de la pareja con todo lo que ello implique, es amar respetuosamente.

Respetar implica, probablemente el reto más grande de cualquier pareja. En las primeras etapas de la relación se suelen difuminar los límites y en nombre del amor nos olvidamos de nosotros mismos por hacer feliz al otro, y luego cuesta replantear límites.

Respeto al otro es aceptar que tiene su vida y no somos nosotros quien debemos decidir por él/ella, sino que tenemos partes de nuestra vida que debemos caminar solos porque es nuestro trabajo por ejemplo, pero que contamos con el otro como apoyo e incluso como compañero en la construcción económica de la familiar.

  1. Comunicación-Honestidad: Asertividad. “Si no hay buena comunicación, la relación desaparece, porque no habrá dos personas unidas sino dos monólogos aislados”

La comunicación de pareja es probablemente una de las más difíciles de construir, muchos dicen que hablan mucho y que se cuentan las cosas, pero comunicarse es mucho más que contar y  poner atención. Muchas personas me dicen que las interrogan pero no se sienten escuchadas, muchos sienten que son juzgados al conversar con su pareja, y un largo etc.

Comunicarse implica aprender a construir un diccionario común de pareja que me permita poner comprender e interactuar desde un entendimiento mutuo.

En mi experiencia clínica, este punto es  una de las formas más complejas, maravillosas y fascinantes de amar…


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