Para la persona que vive la depresión es
un infierno, para quienes viven y comparten es también una situación confusa,
extraña e incluso, enloquecedora. Vivir con alguien que padece depresión es
difícil y cuando no se sabe qué está pasando es más complicado aún, sobretodo
porque muchas veces se trata mal al otro
o se le exigen cosas que no puede hacer, cuando se han agotado conversaciones
que no llegaron a nada, porque por mucho que se quiso acercar se terminaron sintiendo
rechazados. Miles de sentimientos y pensamientos que no se logran ordenar y
entender. Duele ver al otro así y no se sabe
qué hacer o cómo.
Empecemos por clarificar la depresión, la
mayoría suele confundirla con tristeza, otros con el proceso de duelo, otros
con estar sin energías o ver la vida negativamente; sí incluye mucho de eso
pero es mucho, pero mucho, más… Vea este vídeo es realmente aleccionador para
todos:
La depresión se vuelve un problema
familiar donde todos aquellos que conviven con la persona se ven afectados, cuesta
entender y sobretodo cuesta vivir así, queriendo hacer algo por alguien que no
acepta ayuda, que no está consciente de lo que está haciendo, aunque sabe que algo no está bien.
Se aísla en su mundo. Si le preguntan
qué ocurre o siente: “no pasa nada” pero las cosas van
cambiando paulatinamente y no para mejorar.
Cambios de humor extremo. Un día anda
triste y la siguiente de mal humor, a veces pareciera que todo está bien
nuevamente y a la menor cosa estalla en enojo, que no logra entenderse, y de
ahí al llanto.
Se expresa negativamente de todo. Prácticamente
no hay manera de que algo les agrade y cuando le agrada una vez a la siguiente
les es repulsivo o les enoja. Por mucho esfuerzo que se haga en agradarles no es suficiente.
Se vuelven egoístas. NO porque lo
disfruten o quieran venganza simplemente no pueden ser empáticos con los demás
y sus necesidades.
Su mundo se vuelve cada vez más
negro. El proceso de pensamiento poco a
poco los encierra en una percepción de la vida y su pasado muy negativa, y el
futuro comienza a desaparecer. No lo mencionan o evaden el tema.
Se descalifican en todo lo que hacen: son
malos estudiantes, malas parejas, malos trabajadores, etc. Por muchas pruebas
que se les proporcione de que no es así.
Entre otras cosas, es importante que las personas
que conviven con un depresivo NO LO ETIQUETEN de loco, enfermo, etc. La persona
es diferente a su enfermedad, al igualarlos nuestro comportamiento hacia ellos
cambia y empeora su condición. Es alguien con depresión no un ser depresivo,
por favor el enfoque es vital para el manejo adecuado de la enfermedad. La
consigna es YO NO SOY MI ENFERMEDAD y por tanto puede trabajar para mejorar.
Lo más importante es estar conscientes
que necesitamos ayuda como pareja, como padres, hijos o familia para comprender
y apoyar. NO es adecuado culparnos por lo que les ocurre o responsabilizarnos
por sacarlos adelante, al final la decisión es personal, nuestro acompañamiento
es parte del amor que sentimos hacia ellos.
me gusta esta publicacion, creo que yo estoy viviendo con un perro negro! =(
ResponderEliminarHermoso lic, el perro negro describe perfectamente lo que se vive en esta etapa y que es difícil de explicar, muchos éxitos y bendiciones, un abrazo :)
ResponderEliminarPero como ayudar a esa persona sobre todo cuando hay un bebé de por medio??? Mi hermana esta en esa situación y por mas que hemos tratado de ayudarla como que no se deja, hasta a ido a psicologo y no se ve que le haya ayudado
ResponderEliminarPero como ayudar a esa persona sobre todo cuando hay un bebé de por medio??? Mi hermana esta en esa situación y por mas que hemos tratado de ayudarla como que no se deja, hasta a ido a psicologo y no se ve que le haya ayudado
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